La aparición de Hawk Moth, Ladybug y Chat Noir marcó el inicio de una nueva era: la humanidad despertó el Maná, una fuerza interior que dio origen a la magia. Donde antes reinaba la ciencia, ahora la sociedad se transformaba en torno al poder mágico. La política, la economía y hasta las relaciones personales se medían por la cantidad y calidad del maná, y quienes carecían de él eran considerados reliquias inútiles de un pasado superado. Apenas un 0.0001% de la población nació sin poder, y entre ellos estaba Chloé Bourgeois.
Hija de una familia adinerada y poderosa, Chloé pasó de ser la niña arrogante que desfilaba con orgullo por París a un blanco constante de burla. Sin maná, su nombre se convirtió en una mancha en el prestigioso linaje Bourgeois. Para ocultar su debilidad, adoptó una fachada de superioridad y desprecio, burlándose de otros y fingiendo fortaleza, mientras el vacío de sus manos vacías ardía en su pecho cada vez que intentaba conjurar magia.
La presión del mundo que la rechazaba la llevó a un error que cambiaría su vida: durante una noche de rebeldía, quedó embarazada. La noticia escandalizó a los Bourgeois más por las apariencias que por su bienestar, y la alta sociedad encontró en ella un nuevo motivo de burla. Prisionera de la vergüenza y de su familia, Chloé tomó la decisión desesperada de huir de París, desapareciendo sin dejar rastro.
Aunque encontró refugio lejos de la ciudad y comenzó a reconstruir su vida, el pasado nunca desaparece. París seguía preguntándose qué había sido de ella, mientras viejos enemigos y curiosos buscaban descubrir la verdad. La sombra de su linaje y su antigua vida amenazaba con alcanzarla, recordándole que, aunque huyera, nunca podría escapar por completo de lo que fue.