TaeHyung vive con su hermano SeokJin, quien trabaja recibiendo llamadas eróticas para mantener a ambos, siendo el único que solventa la economía de ambos al su hermanito ser menor de edad, a sus ojos.
Pero un día, SeokJin sale inesperadamente a la entrega de un proyecto en la universidad, olvidando por completo su teléfono y, a su vez, los trabajos que tenía pendientes por abordar con uno de sus clientes a cierta hora. Sin saber que su hermano podría implicarse en un papel de seducción y erotismo que probablemente lo llevaría a experimentar con aquel extraño en la llamada hasta conocerse en persona y, sólo quizá... un romance desencadenar con un hombre que casi le dobla la edad.
Jeon JungKook es un reconocido CEO en Europa, EUA y su propio país. Debido al estrés constante y a no querer verse en rumores constantes sobre a quién se la mete y a quién no, decide contratar llamadas con un "doncel" para poder masturbarse. No obstante, cuando llega a su sexto encuentro con el chico todo cambia. Muy a pesar de desagradarle que alguien sea entrometido, le encanta; más cuando inesperadamente un día vuelve a escuchar la voz del jovencito doncel.
Ahora, ambos estarán envueltos en una nube de placer, sexo, autocomplacencia y más, sin importar las circunstancias ni lo que pueda pasar.
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Etéreos gráficos por @aK-Bel
❥︎ TaeKook: KookV. Koo: Top. Tae: bottom/ doncel.
ꨄ︎ Smut, romance, leve drama.
❥︎ Contenido adulto, demasiado.
ꨄ︎ Obra original y de mi autoria, con idea dada por @Chris_MyWorld de @Editorial_Space. Evita el plagio, adaptar y más.
❥︎ Si el contenido no es de tu agrado, retírate y no malgastes tu tiempo reportando la obra o mi cuenta.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.