Pertenecer a una de las veintiocho familias británicas de sangre pura te garantiza ciertas riquezas y cierto nivel social que solo tienes que mantener de una forma: siendo leal a la causa.
Regulus Black es fiel, es mucho más que fiel, a diferencia de su hermano Sirius, que se convirtió en un traidor a la sangre en el momento en el que pisó el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Regulus es más que fiel, él cree en la causa, cree que los sangre sucia no deberían pisar los suelos del castillo de Hogwarts, ensuciándolos con su mera presencia. Ellos no merecen esa educación mágica como las familias sangre pura. Por eso Regulus es fiel a la causa y es fiel a la familia Black.
Y cuando formas parte de la familia Black tienes tu futuro completamente solucionado a cambio de formar parte del mayor juego de naipes de la historia de Gran Bretaña e Irlanda, incluso siendo un mísero as, la que en ocasiones puede ser la carta más débil de la baraja.
O, con las reglas adecuadas, la más fuerte.
No por nada el as de picas es conocido como el naipe de la muerte.