-¿Me dejaras caer?- pregunto ella con voz inocente. -Jamas lo haria princesa- dijo el con una pequeña sonrisa. Ella comenzo a pedalear y el la solto. -Estas andando tu sola- dijo el riendo. -Papi, estoy andando yo sola- dijo ella sonriendo. El auto doblo en la esquina sin lograr detenerse. -Catherina- grito el desesperado corriendo hacia su hija, su pequeña hija.