Ángela no para de escuchar frases que la desconciertan. Tras la muerte de su madre, todo el mundo trata de hacerle entender que ella la escucha y la ve desde allá adonde esté. Pero Ángela está preocupada puesto que su madre no veía el mundo a través de la vista ni lo escuchaba a través del oído. Lo sentía a través de las manos. ¿Cómo se van a comunicar ahora? Una madre, una hija, una escalera,, una emoción y la imaginación ingenua de los niños es todo lo que se necesita para conocer este relato. No lo veas, no lo escuches, tan solo, siéntelo.All Rights Reserved
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