Regulus es hijo único. Bueno, en realidad no lo es; pero le gusta pensar que es de esa manera desde que tiene cinco años, porque eso lo hace más fácil. Y él siempre elegirá lo más fácil para sí mismo. Pensar incluso en su futuro es sencillo, pues todo está planeado, por lo que no hay nada que pueda atormentarlo con eso en mente. Su futuro está más que asegurado, y durante años se ha encargado de acostumbrarse lo suficiente a eso.
Hasta que claro, todo se tiene que ir al carajo.
Maldito año 2020.
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Por favor leer las advertencias del principio, para encontrar las observaciones, y recomendaciones que considero verdaderamente importantes.
Está historia es completamente mía, así que por favor no adaptar, no copiar parcial o completamente, y no publicar en otra plataforma.
Los nombres de los personajes no me pertenecen, sin embargo sus personalidades sí, y la mayoría de situaciones también, ya que aquí no pasa prácticamente nada como en los libros.
Obviamente está pareja únicamente es canon en mi imaginación, e historia, lo sé, y estoy consciente de eso, así que si no te gusta leer Jegulus, por favor no comentar cosas innecesarias.
Sin más que agregar, espero que les guste, y puedan recomendar de ser así.
Atte: Hamiel Black.