Por años, la familia Dupont ha resguardado su secreto a base de lágrimas, sangre y sudor. Cada integrante se ha encargado de tener el control de Lambert, la ciudad en donde sus antepasados decidieron quedarse y donde su maldición dio inicio.
Al ser la primogénita de la familia, Melanie tiene que ser digna de tal cargo. En su mundo no hay lugar para el amor aun cuando un nombre ya ha sido grabado en su alma. Melanie no quiere que la mujer que aprecia sea envuelta en un mundo de mentiras, traiciones y oscuridad. La única forma en que Alaia estará a salvo es si permanece alejada de ella, pero existe un problema; a veces lo que se planea no sale como se espera.
El destino o la casualidad harán que puedan acercarse cada vez más, pero el pasado, viejos enemigos y la maldición harán todo lo posible para que no estén juntas.