Pasarón días, meses, años y pensaba.... ¿Había perdido la virginidad..... o el corazón? Mientras perfeccionaba el arte de la cocina, Jennie Kim había acabado siendo la última virgen de toda la Ciudad. Y ya había llegado el momento de cambiar la situación, cada día iba pasando en tiempo. El problema era que la única mujer que le interesaba, era la hermosa Tailandesa Lalisa Manoban, y ella ya tenía ocupado su corazón por una niñita de cinco años que cuidaba. Al menos Lisa se había ofrecido a ayudarla a encontrar a su pareja perfecta. Pero Jennie juró hacer que se arrepintiera de haber llegado a tal trato.........