Mis Amadas Princesas: Celestia y Luna.

Es sabido que la magia de dragón es completamente impredecible, nadie está más consciente de eso que Hitch, pues él todo tiempo está en la compañía de uno, que a pesar de lo caótico que puede llegar a ser, aún así lo quiere mucho, mas de lo que cualquiera podría llegar a pensar.

Sin embargo, sería por azares del destino, que un extraño suceso, terminaría llevando al joven Sparky a convertirse en una especie de portal al pasado, el cual simplemente se abre en momentos aleatorios y luego se cierra al instante. A causa de la curiosidad, Hitch cruzaría este portal, pero al no saber qué podría haber al otro lado por supuesto, terminaría por llegar ni más ni menos que al pasado. A la antigua Equestria, de vuelta al lugar que tanto ha sido objeto de admiración de su amiga Sunny, siendo capaz ahora de conocer aquella tierra y de saber cómo se veía en esos años. Nunca antes, el había tenido una vista tan fascinante.

Pero pronto se daría cuenta de que ahora estaba atrapado y que la única forma que tenía de volver a su época, era solamente esperar a que el portal creado por Sparky volviera a abrirse, él solamente espera que no pase mucho tiempo antes de que eso ocurra.

Sin embargo, el semental no contaría con que durante la espera, su camino se cruzaría, con aquellas que en aquel entonces, eran las figuras más imponentes, admiradas, amadas y respetadas de toda Equestria.

Las Monarcas de la misma tierra, las princesas hermanas Celestia y Luna.

Al no saber qué hacer al respecto, Hitch solamente optaría por pasar un tiempo con ellas, esto sin darse cuenta de que las mismas, empezarían a tener una cierta fijación en él, la cual de forma inevitable llevaría a algo más y por supuesto, acabaría alargando su estancia, en esa época del tiempo.

Ellas no saben de dónde ha venido él, ni mucho menos de cuándo. Todo lo que saben, es que a su parecer, es un semental bastante guapo.