«Todos nosotros simplemente queremos significar algo para alguien».
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Me llamo Erhan Yildirim, soy un soñador que, de vez en cuando, se olvida de tocar el suelo con los pies. Trabajo en el departamento de finanzas de la empresa de los afamados Koraslan bajo las órdenes de mi jefa, nada más y nada menos que Sibel Koraslan. Una mujer tan guapa que sería equiparable a la mismísima Afrodita, o a Medusa, porque tiene la capacidad de dejar de piedra a cualquiera que ose mirarla.
Mi vida dio un giro radical cuando caí de pleno en una estafa que parecía una apuesta segura. Desgraciadamente, generé una gran deuda que fui incapaz de pagar, y ahí fue donde comenzaron todos mis problemas. Pasé de estar a un simple pago de comprarme uno de los mejores apartamentos de todo Estambul a estar en números rojos, sin alternativas ni ideas de cómo salir de ese pozo en el que caí por ambicioso.
No me atreví a contárselo en el momento a mi prometida Elif, puesto que ese déficit ponía en la cuerda floja la propiedad de ese hogar donde ella y su hermano se criaron, por no decir que era lo último que le quedaba a su padre de su fallecida esposa y yo no quería traicionar así a quien consideraba mi familia después de años solo, así que opté por una opción bastante más sencilla y que, tonto de mí, creí que funcionaría: seguir con nuestra vida e improvisar sobre la marcha.
Y al principio funcionó, por supuesto. Pero solo durante unos días.
Durante el transcurso de un viaje de negocios con mi empresa, Sibel se enteró de mi situación y me hizo una oferta que fui incapaz de rechazar: tres millones de liras turcas a cambio de pasar tres noches con ella en un hotel. Tentador, ¿verdad? Y más teniendo en cuenta que esa era la cifra exacta que necesitaba para olvidarme de esos problemas que me estaban carcomiendo por dentro.
Y justo en ese momento, es donde sigue mi historia.
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FANFICTION | EGO (DIZI)