Las miradas que coquetean con su señor, toques descarados sobre el conde menor, provocaciones que llegan al límite, y en los ánimos de Sebastian un aire de irritación. Él acumula paciencia en su ser para no hacer nada que perjudique la imagen al joven Conde, pero su posesión se agita en su interior, terminando por demostrar dominancia por completo ante el joven Phantomhive. [Leer etiquetas antes de proceder.]
1 part