MI EXQUISITA INQUILINA

¿Podría aquella incorregible soltera convertirse en madre de trillizos?

Himeko Kurusugawa siempre había querido tener un hijo y, a pesar de haber enviudado, con la ayuda de la clínica de fertilidad Kato Tokio, su sueño estaba a punto de hacerse realidad... ¡por triplicado! Y aunque no estaba buscando otra madre para sus trillizos, de pronto se encontró con que estaba empezando a albergar sentimientos hacia su vecina, la bellísima soltera Chikane Himemiya.

Tenía que ser porque sus hormonas estaban dislocadas con el embarazo, se decía. Además, ¿estaría dispuesta Chikane a aceptar como suyos a los bebés de otro?