Freen cayó más profundo de lo que esperaba por aquellos ojos marrones que le transmitían un mar de sensaciones indescifrables en sus entrañas. Sabía la respuesta a esas emociones, pero no quería aceptarlo. "Prometo que al amanecer, esta será la última carta que recibirás. Estoy dispuesta a mover cielo, mar y tierra para enamorarte de mí, así como lo hacen tus dulces ojos conmigo"