-Vamos hija, pon buena cara, que vas a Seattle. Y es lo primero que me dijeron cuando volví a casa. Della me miraba con fuerza. Mama solo me sonreía. El conductor me preguntaba mi nombre. Y Cuando me desperté, estaba en la cama de un apartamento a las 5 de la mañana viendo el "Space Needle" definitivamente en Seattle. Solo me faltaba encender la lamparilla para ver que había alguien asomado en el balcón de delante. Y No era cualquiera.All Rights Reserved
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