Sombra de remordimiento

"Ha sido todo culpa mía". Se repetía Lila en bucle.
Seguía aferrada a aquel cuerpo sin vida y no sé separó de él hasta que llegó la ambulancia.
Esto tenía que ser un sueño. Se pellizcó la piel. Pero seguía allí. Arrodillada en un charco de sangre y llorando desconsoladamente.

La culpa consume a Lila, cada día que pasa es para ella una lucha interna. Después del suicidio de su hermana menor, la protagonista no puede dejar de sentirse culpable y de pensar qué habría pasado de haberse quedado con ella. Además, por las noches empieza a experimentar algunos sucesos extraños. Siente la presencia de una sombra abominable y perturbadora que la observa. Inicialmente ella lo atribuye a su propio remordimiento. Pero cuando los encuentros se vuelven cada vez más aterradores empieza a preguntarse si hay algo paranormal ocurriendo.

Lo que no sabe es que su hermana no era la chica inocente que pensaba y que su suicidio tuvo que ver con unos oscuros secretos que guardaba.

"Esto no es una película de miedo, esto es real".