Lindsay siempre ha sido una apasionada de la filosofía y ha dedicado gran parte de su vida a estudiarla. En su último año en la universidad, conoce a Asher, un estudiante de arte, Asher es un chico misterioso y un poco reservado, pero cuando se siente cómodos el uno con el otro, entablan conversaciones profundas sobre el significado de la vida y el mundo que los rodea... Al principio, Lindsay no siente mucha conexión con él, pero poco a poco comienza a darse cuenta de que hay algo en su presencia que la atrae. Lindsay comienza a enamorarse poco a poco de la personalidad de Asher, y su atracción física también comienza a crecer. La relación entre Lindsay y Asher sigue creciendo y fortaleciéndose con el tiempo. Se divierten juntos, hablan de todo, y cada día parece traer nuevas emociones y experiencias para ambos.