Dos mejores amigos... Dos reacciones diferentes... A pesar de que se conocían desde chicos, y de tener claro cuáles eran sus lugares, sus sentimientos crecieron de una forma descontrolada, llevándolos a tomar decisiones que los hicieron cometer un error seguido de otro y otro más. Elizabeth intentó todo lo que estuvo a su alcance para ser feliz, después del giro que dio su mundo, haciéndola caer en la realidad. Demostrándose a sí misma que era una mujer fuerte, que podía enfrentar cualquier cosa en soledad, sin necesidad de depender de nadie. Thomas estaba perdido sin su otra mitad. Los días pasaban y la rutina diaria lo traía agotado. El dolor se había vuelto parte de su vida, igual que el vacío en su pecho. Ya nada era igual. El sentimiento era tan abrumador, que solo pasaba de a ratos, cuando se explayaba, descargándose, escribiendo algunas líneas. *No se olviden de una cosa, el mundo es redondo* -Algunos lo llaman destino, otros, casualidad. -Es una obra que contiene escenas +18 -No es una historia bonita y llena de color rosa. -Los protagonistas tienen personalidades especiales.