Desde pequeño, Luffy creció con la vaga creencia de que su alma gemela sería un ser extraordinario, digno de contemplar y perfecto para suplementar su propia personalidad risueña, pero ¿qué sucede cuando la fantasiosa suposición nunca se transforma en una espléndida realidad, sino en una cruda y execrable? Para Law, en cambio, las almas gemelas no suponen un ilusorio relato de amor, pues en su lastimoso corazón no existen vestigios de cariño, únicamente el destemplado mandato de un sombrío y frígido eclipse que estruja su alma y corroe su mente.