Freya Dahl ha tenido que valerse siempre por sí misma, con un padre fallecido y una madre alchólica, nadie le enseñó jamas como hacer las cosas, empujándola a una vida de rencor y tristeza sin fin, no tiene amigos, no tiene novio, no tiene familia, Freya no tiene a absolutamente a nadie en el mundo. Pero en un viaje forzoso a su tierra natal, presa de la angustia y la desesperación frente a las terribles situaciones que debe afrontar, cae sin darse cuenta en las garras de una vieja profecía Vikinga. Solo recuerda despertar una mañana a millones de kilómetros de su hogar con un dolor de cabeza infernal y un símbolo extraño grabado a fuego en el brazo, el símbolo de los destinos entrecruzados, el Valknut. Se ve atrapada en una cultura que no comprende, "solo son un puñado de bárbaros" solía pensar, mientras planeaba sin exito un plan para volver a su hogar. Pero poco a poco los bárbaros dejan de serlo. La aparición del joven Gustav le da un giro completo a su estadía en las viejas tierras nórdicas y será un verdadero problema al momento de buscar la clave para volver a su tiempo. - Es a donde pertenezco, Gustav, es mi lugar en el mundo, ese es mi hogar. - ¿Y que te hace pensar que tu hogar no está aquí? Acompaña a Freya en la búsqueda a una respuesta a aquella intrigante pregunta.