¿Cuando fue que las cosas cambiaron tanto entre ellos? No, ni él mismo sabía defenderse, o siquiera responder a esa cuestión. Tan sólo se limitaba, como todos los días, a vivir la misma rutinaria jornada, esperando que caiga la tarde. Ansioso de que las manesillas den la hora acordada de salida. Seguro de que su hermoso "ángel" lo esta esperando tras esa puerta de madera que daba a su hogar. Justo donde lo dejó. Justo como lo dejó. Ahí...como todos los días.All Rights Reserved
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