- A donde quiera que vaya, iras conmigo, en donde quiera que esté, estarás conmigo, a donde sea que vayas, me llevaras contigo, estarás siempre dispuesta para mí, A partir de hoy, eres solo mía... - Entonces podría decir que también eres mío - Dije desafiante. - No me retes, sabes perfectamente que soy yo el que tiene el control. - ¿El control? Usted solo es mi jefe, uno muy posesivo, por cierto...