Caín Dunkel tiene doce años y no tiene amigos, para el todos son idiotas, prefiere estar solo y aparentar ser "malo" y solitario a qué llevarse bien con sus compañeros de clase.
Ivar Belyse, un chico con muchas heridas que curar, es su nuevo vecino; tiene doce y tampoco tiene amigos. Vivió casi toda su vida en la calle con su padre adoptivo y ahora fue adoptado por una nueva familia. Esta decidido a conseguir algunos amigos, siendo Caín su primer objetivo, pero este no se la hace nada fácil. Cuando parece estar lográndolo, Caín desaparece como si la tierra se lo hubiera tragado.
Años más tarde en la universidad vuelven a cruzarse pero Cain no es nada parecido a lo que solía ser, lo que toma por sorpresa a Ivar, quien sigue tratando de cumplir el objetivo de hace unos años, pero este nuevo Caín, mucho más alegre y roto que antes, hace aún más difícil que Ivar o cualquier se acerque.
Cuando la situación de su grupo de amigos y las clases de la universidad casi que los obligar a estar juntos, los sentimientos y dolores florecen poco a poco.