Hay muchas cosas que se pueden hablar por los pasillos, tantas historias que rondan por la brisa y yo con estos agudos oídos, no me pierdo nada. En verdad, es algo un poco acosador de mi parte, pero, creo que no lo es tanto cuando decidí ayudar a aquellas almas heridas por amor...
Se preguntarán, ¿sabes algo del amor?, más o menos... ¡lo admito!, no sé nada.
Simplemente, soy alguien que vaga por los pasillos, brindando ayuda anónima que no fue solicitada. En fin, ¿quién soy? Nadie conoce mi nombre, mejor dicho, nunca lo recordaban... hasta que aparecieron ellos dos, un tipo castaño muy descarado y uno rubio buen mozo, ambos, listos para hacer ruido en mi mundo tan sereno.
Zaira siempre ha sido la chica más popular de su instituto. Sin embargo, su mundo perfecto se desmorona cuando su novio decide terminar la relación de la forma más fría posible: a través de un mensaje de audio. Humillada y decepcionada Zaira se promete a sí misma no volverse a enamorar de nadie.
Pero el destino tiene otro planes cuando conoce a Augusto, el capitán de básquet. Augusto es todo lo contrario a lo que ella pensaba que era: mujeriego y un chico sin sentimientos , que no quería volver a encontrar el amor después que su única novia la que amo tanto lo dejara.
Poco a poco lo que comienza con salidas casuales y sin ser nada se convierte en algo profundo, aunque ninguno de los dos quiera admitirlo.
¿Que tan malo puede ser AMAR Y ODIAR a la vez?