gloria ballard ha tenido que sufrir mucho en su vida. la última voluntad de su difunto marido fue que ella, junto a su hijo bryan, vivieran en paz alejados de las guerras contra alienígenas. lamentablemente, tanto madre como hijo se darán cuenta que no siempre el daño viene desde fuera, y ciertas circunstancias darán paso a que el tranquilo pueblo de hinggleston pase por una experiencia muy difícil de olvidar.