Una antigua raza felina de la cual no existe memoria, merodea los alrededores de la oscuridad, dónde la luz apenas vislumbra al hombre y sus iniquidades.
A la luz del día o a la oscuridad de la noche, nada se escapa a los ojos de un dragón y aquellos que se atrevan a lastimarlos arderan con la furia del Caballero Negro