La limerencia, o la enfermedad del amor, se contagia al conocer a una persona especial, una persona que podría ser tu alma gemela. Generalmente, los síntomas de este padecimiento, son el tener la sensación de mariposas revoloteando dentro de tu estómago al ver a esa persona en particular, el ver que el o ella es completamente perfecto/a, a pesar de todo lo que digan los demás. Esta enfermedad puede durar horas, días, semanas, meses, o incluso años completos, dependiendo la intensidad con la que quien la sufre, sienta atracción hacia su persona especial.
Pero el amor también puede lastimarte, por ejemplo, cuando la otra persona también te ama, pero con un amor tóxico, envenenando la unión entre los dos hasta hacer que se separen por completo, y dejando una cicatriz de la intoxicación en el corazón de cada uno.
-Carr3rist4aa
Ver el atardecer es bonito. Ver el atardecer con la persona que te gusta es aún más bonito, pero que esa persona sea lo único que tienes, además de dos puñados de decepciones y un tanque de oxígeno que te tiene que acompañar a cada maldito lugar al que vayas, es dolorosamente bonito.
Porque a pesar de que sabes que se va a ir, que te dejará, que te romperá. A pesar de que sabes que el "juntos por siempre" y el "siempre te voy a apoyar" son nada más que tiernas mentiras que te llegas a creer, a pesar de todo eso, esa persona está ahí, en ese instante, contigo y eso te hace feliz en ese momento.
Hasta que todo lo anterior sucede.
Esta historia está participando en el #EreRirenAngstContest fue creada con esa finalidad.
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