En ningún libro como en éste Julio Verne se nos presenta tan audaz ni profético. En otras novelas suyas sus previsiones se encerraban en los límites de nuestro planeta. Con "De la tierra a la Luna" su fantasía rompe todas las barreras y, en una hazaña entonces inimaginable, lleva al hombre a los umbrales de nuestro satélite natural. Un siglo más tarde su sueño es hecho realidad y teniendo como protagonista al mismo pueblo que él previera. No interesan las variantes técnicas ni los aciertos o desaciertos de la empresa presentida por el autor. Lo fundamental es que un hombre anticipa en años un prodigio gracias a las cualidades permanentes de la naturaleza humana: inteligencia, audacia, imaginación y generosidad.