Esta es mi vida, no importa lo que otros digan o me quieran hacer creer; solo yo soy dueña de esta vida que mis padres me regalaron. Solo yo decido su rumbo, pero es muy triste que eso tuviera que pasar para darme cuenta; y a veces dudo de si es lo que realmente quiero. Si este era el precio a pagar para abrir los ojos en lugar de tenerlos vendados y dejar todo en sus manos. Si me hubiesen dado la posibilidad de elegir, tal vez hubiese dejado la venda en su lugar; usar mis propias manos para cubrir mis ojos, cantar para callar a la razón y solo mantener nuestras manos unidas en lugar de soltarla con vacilación.