Este diario no es más que un susurro atrapado entre páginas, un reflejo silencioso de mi alma que se desnuda en tinta. Es una ventana entreabierta a mi vida, donde las alegrías tímidamente asoman, los desafíos se alzan como montañas inquebrantables, los sueños revolotean como aves heridas y las luchas trazan cicatrices en el lienzo de mi existencia.
Cada palabra escrita lleva el peso de mis pensamientos, las mareas cambiantes de mis emociones y las reflexiones que, como ecos lejanos, aún resuenan en mi interior.
Quizás este diario sea solo eso: el clamor desesperado de un alma que anhela ser escuchada, un vano intento de inmortalizar lo efímero, de ofrecer al vacío la huella indeleble de quien soy... o fui.