En la danza entre el día y la noche he plasmado mis recuerdos, he perdido mis vivencias, he olvidado a mis amores, y he consumido de mi ser la laguna de mi alma inmersa en la oscuridad ante la ausencia del fuego y el destello, con su gracia me bendicen, con su anhelo me maldicen, y en la cúspide del placer del despiadado del ser me han enterrado entre cenizas de mi ser calcinado, entre relatos y poemas, sentimientos y quizás algunos versos, te cuento un poco mis historia, antes de que las borre la memoria, o las queme la zozobra. De mí se apodera la tristeza, la nostalgia y la aflicción, de mi ser acongojado te invito a visitar mi estado, solo será un vistazo, pero ve con el corazón forrado, de armaduras y de amores que te impidan caer ante el dolor, no mires de frente hacia el abismo, solo pasa como quien cruza un puente, sin mirar hacia bajo, con los músculos quizás tensionados y el corazón en la boca cuidando que no se hunda en la oscuridad que que abrazará tu alma, tu cuerpo y tu ser desde el otro lado.