Las cosas se tornan complicadas cuando empiezan a aparecer miradas esporádicas tan intensas, que solo te dan ganas de acercarte y besarle. Y se hace aún más complicado cuando le besas, y todo parece tan irreal, entonces te llenas de miedos, lo quieres todo, pero a la vez nada, por la manera en la que te hace sentir, tan arrebatador, tan aterrador.
La línea que marca la diferencia entre el amor y la amistad es cada vez menos clara, y más fácil de cruzar, pero no por eso menos peligrosa.