Elizabeth Walker siempre ha sentido que es la que menos ha hecho en su familia, siempre ha intentado estar a su nivel, pero cree que no llega. Aparte de tener que soportar las peleas de sus padres cada dos por tres, recibir a sus hermanos con los cuales casi no tiene relación, vivir siendo ignorada por su hermana gemela y encima teniendo que soportar a Jay Evans, su irritable compañero de clase, el cual conoce desde los tres años, por casualidades de la vida, el profesor de literatura los junta para hacer un trabajo durante las vacaciones de Navidad. Para Elizabeth eso es una tragedia y una maldición.
Jay Evans, siempre ha tenido una meta en la vida, graduarse y demostrarle a sus padres que no es como ellos piensan, siempre le ha llamado la atención Elizabeth, pero desde bien pequeños se lleva metiendo con ella.
En el momento que Jay escucho su nombre junto al de Elizabeth, él estuvo a punto de abrazar al profesor, así tendría una forma de poder hablar con ella sin que ella se fuera, así podría hacerle la pregunta que tenía desde hace tiempo, el porqué lo odiaba?
Elizabeth tiene sus razones por las cuales no le cae bien Jay.
Jay tiene sus razones para pensar que no ha hecho nada malo para que ella lo odie.
Ambos tienes sus razones, pero que pasaría si después de hablar las cosas, Jay desvele que lleva enamorado de Elizabeth desde hace años y que pasaría si Elizabeth empezase a sentir cosas por Jay.
Andy siente que todo le sale mal: acaba de ser rechazado por la chica que le gusta y necesita ayuda urgente para aprobar sus exámenes o tendrá que recursar en las vacaciones de invierno. Para colmo, su madre le consigue el peor tutor de todos: Edward, el chico más grosero, antipático y con fama de ser homofóbico. El escenario no podría ser peor.
Sin embargo, con cada tutoría, descubre que Edward es todo lo contrario: es amable, divertido y está secretamente enamorado de otro chico de la escuela.
Andy, al descubrir que Edward no es lo que todos piensan, decide ayudarlo con consejos de conquista a cambio de las tutorías, no obstante, a medida que pasa el tiempo, la relación entre ambos se fortalece. Mientras Edward sigue los consejos de Andy y parece que está conquistando al chico que le gusta según sus propias palabras, Andy comienza a cuestionar sus propios sentimientos.
¿Podrán conseguir la conquista perfecta o descubrirán que el amor verdadero está más cerca de lo que imaginaban?