-Intenté ser comprensiva con ella desde el primer día... pero siempre tiene algo que criticar. Honestamente no entiendo porqué seguimos siendo amigas. -Todo esto es fascinante, señorita Sinclair, pero... ¿Recuerda de qué estábamos hablando? -El sheriff Galpin se frotó el puente de la nariz, casi mareado por la inagotable fuente de quejas de la rubia-. ¿El homicidio? El chico muerto, Rowan. -Ah, sí... -Enid volvió a desplomarse sobre la mesa, apoyando la mejilla sobre sus manos. El metal frío de las esposas hizo que se estremeciera más que los recuerdos-. Sí, eso fue mi culpa.Tutti i diritti riservati
1 parte