Boy Meets Evil

Alan era un joven amable, sociable, todos le tenían cariño, se hacía querer por su inocencia y ternura, pero esto mimo le hacía blanco de manipulaciones y personas con malas intensiones.

Alan creía fielmente en la justicia, en hacer el bien, por esa razón se había unido al cuerpo de policía y había destacado enormemente por sus habilidades.

Lexa era una joven astuta que se aprovechó de la inocencia y la soledad del joven policía.

Alan fue despedido y su expediente fue manchado, sentía la rabia invadir su cuerpo, había sido un tonto que se había dejado llevar por sus sentimientos y terminó perdiéndolo.

Cinco palabras fueron suficientes para que Alan volviera a tener esperanza y más que nunca quería que se hiciera justicia.

"Parabellum busca agentes como tú"

Alan iría a ese lugar, pero algo tenía claro, un agente de policía debe ser firme, decidido y no dejar que nada nuble sus sentidos. Era hora de dejar la inocencia de lado completamente y el entrenamiento de Parabellum lo obligaría a hacerlo.

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