Realmente quisiera que el tiempo pase viéndonos reir. Porque quizá me sentí muy en casa contigo, mucho antes de que me dejaras entrar. Pero siempre el secreto será en dejarlo fluir y esperar a que ocurra ¿No? -¿Lo elegirías a el no?- dijo con la voz quebrada. Su cara se veía triste, dolida, sus ojos se estaban cristalizando, nunca lo había visto así. Y me dolía el alma ver cómo todo eso era por mi culpa. ¿Pero que podía hacer yo? Yo no sabía que esto estaba por venir..