Un corazón roto a causa de una traición te puede llevar a hacer algo que jamás imaginarias, incluso cometerias locuras, aunque ese no fue el caso de Park Jimin exactamente, el no le llamaría locura, no ha algo que volvería a hacer, porque si se dejaría poner cuernos una y mil veces por su marido si es que la recompensa es estar entre los brazos fuertes y tatuados de aquel bello pelinegro