Habían pasado dos años desde la ruptura entre Lisa y Chales Leclerc, dos años desde aquel día. El día en que el piloto de Ferrari tomó la peor decisión posible. Lisa se había prometido que nunca más volvería a llorar tanto por un hombre. Ella se merecía algo mejor, no podía dañarse más de lo que había hecho y todo por un hombre, por un estúpido hombre que consideraba el amor de su vida. Charles a meses de romper con ella fue visto con otra mujer, pero lo que nadie sabía es que realmente esa mujer era un intento para poder olvidarla. Olvidar a su rubia, a su Lisa. En resumen, al amor de su vida.