Luego del invierno crudo de 1985 en esta ciudad próspera llamada Providence, el tráfico se intensifica para cumplir con la jornada laboral, llevar a los niños al colegio y continuar con los compromisos. Los panfletos de una nueva elección gubernamental empapelan los postes del alumbrado público. La plaza está concurrida por una jornada libre sobre conciencia ecológica, y cada tanto pasan unos jóvenes en patines, mascando un Bubblegum de menta. Si, es una habitual jornada matutina salvo para la familia Sommers. Después de cuatro largos y angustiosos meses, su hija de 17 años que había estado desaparecida, regresó. El último deseo de cumpleaños de Nina había sido no ver a kae reclutarse y subir al micro que lo llevara a la Urbe, y se le concedió. Ahora ella y él están separados por dos mundos distintos. Mientras Kae pone en marcha el plan para rescatar a su padre de la Corporación Babylon. Nina tiene por delante nuevos desafíos. Adaptarse a la vida en Providence, recomponer la relación con su madre, regresar al colegio y olvidar todo lo que vivió en la Colonia de ese mundo crudo y desolado, incluso olvidarse de él. Pero quizás, no es su destino estar separados.