Historia de la vida real, de cómo por medio de un viaje astral que logre por medio de la meditación sin estarlo buscando, abrió mi mente a explorar nuevos caminos que me llevaran a conocer el plano espiritual.
La base de esta historia, es una planta sagrada, una planta que muchas personas desconocen, que muchas personas creen que es una droga, una planta la cual tiene un valor inmenso y que al probarla sabes que no todo el mundo es digno de ella, una planta por la cual desde el principio de la existencia se han librado miles de batallas, y es través de una planta medicinal sagrada que puedo conocer mis verdades, mis miedos, mis vidas pasadas, mis vidas futuras, ir y venir a diferentes planos astrales y aún así estar maravillada dia a día de lo hermosa que es la creación, así como también de lo destructivo que es el ser humano y como lo más puro, lo convierte en lujuria y en porquerías.
Una inmersión completa en mi mente, donde exploro cada parte del ser, cada parte de la maravillosa tierra, cada planta, cada hoja, cada célula, cada molécula. Como todo es tan perfecto y el ser humano lo vuelve imperfecto con su gran poder de destrucción.
Cómo la búsqueda de mi yo interno, me hizo descubrir esta fuente de conocimientos tan maravillosa, una fuente de conocimiento que me trata como una hija y hace que me conecte con la madre naturaleza.
Ver la vida propia de cada una de las plantas, ver cómo observan mi sufrimiento por todos los daños internos que he tenido a lo largo de la vida, ver cómo los árboles nos cubren con sus brazos frondosos y cómo cada granito de arena se va acomodando para poder hacerme entender con mis propias palabras.
Una conexión con la tierra que jamás y nunca lograría ni con mil años de meditación.