"Missa lo sentía, sabía que había algo lo seguía a todos lados, no tenía idea de lo que era o porqué lo hacía, se convencía a sí mismo que estaba siendo paranoico pero la incómoda sensación de estar siendo observado hacía que fuese difícil querer convivir con más personas, ¿Y si ellas pensaban que estaba loco? Quizás tendrían razón pero no quería descubrirlo. - ¿Qué eres? Preguntó una noche mirando al techo sin recibir respuesta alguna. Rió irónico y cerró los ojos - Gracias por estar conmigo- comentó de forma sarcástica a modo de burla hacia su propia paranoia, sin ser consciente del peso que tenían para cierto oso que moría de amor en esos momentos."