Alejandro Balde, futbolista del equipo más famoso del planeta, reúne el valor para acercarse a la bailarina protagonista de la representación que ha ido a ver al teatro y felicitarla por su actuación. Natalia, que lleva haciendo ballet desde que tiene memoria y que no ha recibido una felicitación formal por su trabajo desde que empezó su carrera profesional, se encuentra con un chico que no ha visto nunca y que es más amable de todos los que ha conocido hasta ahora. Conectan. Y el cauce sigue su curso, aunque a veces sea amargo.