¿Quién diría que nacer siendo Alfa sería una maldición? Por supuesto que Luzu lo sabía. A pesar de haber nacido en cuna de oro, de él se esperó siempre lo mejor de lo mejor al ser un alfa dominante, siempre exigiendo de él la excelencia. Pero a una corta edad su cuerpo rechazo al omega con el cuál debía casarse, su vida pasó de estar totalmente resuelta a tener que huir y luchar por vivir de una manera que lo hiciera feliz. Cuando pensó que su vida por fin era estable fuera de las presiones de sus padres conoce ese aroma atrayente que lo atrajo a más problemas.All Rights Reserved