Oliver, de diecisiete años, con la capacidad de levitar, era un chico un tanto tímido que le gustaba leer, tocar la guitarra y hacer música, tratando de ocultar y tratar los problemas de confianza que resguardaba en su interior haciendo música solo en su habitación con su guitarra eléctrica, su amplificador y melodías Soul que emanaban de sus dedos.
Daevid, por otro lado, el cual tiene la capacidad de leer los pensamientos, es un chico de diecinueve años, que va a la universidad, que también le gusta tocar la guitarra eléctrica, de casualidad se encuentra a Oliver levitando al ritmo de la música que escuchaba.
Desde ese momento, los dos quedaron cautivados por el otro, amarrados por un hilo rojo y destinados a ser algo más que amigos
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.