La única en diez mil millones

¿Alguna vez se han preguntado si un científico loco y un capitán orgulloso se pueden enamorar?

No hablamos de meros sentimientos sin justificación, sino de un amor genuino, de ese que te hace dar tu vida por una persona, que te hace rogar por tan solo una mirada.

Senku Ishigami, el primer hombre en despertar en el Nuevo mundo. Senku, para los amigos, el idiota insufrible para su novia. Bueno... él dice que no es su novia. Pero usar sus regalos a diario, al punto de convertirlos en el símbolo de su marca personal y tomarla de la mano con la excusa de que no se pierda, no son cosas qué haces por una amiga, amenos que quieras que esa "amiga" se convierta en una constante en tu vida.

Senku creía que ella estaría ahí siempre, que era como una ley física, incontrovertible. Sin embargo, las personas no son constantes, sino variables en un mundo de reacciones diversas. Y esa variable que afecta su estatus quo tiene nombre y apellido, Ryusui Nanami.

El heredero absurdamente atractivo, carismático y excéntrico de la familia Nanami, un hombre que puede tener lo que sea al alcance de sus manos, que con tan solo tres palabras y una mirada, derrite a cualquier mujer que se le ponga de frente. Y en este nuevo mundo de piedra estaba aburrido de que todo fuera igual de simple, por ello decidió concentrarse en fastidiar a la única mujer en la que jamás debió fijarse, en la novia del científico.