》Es 1929, la bolsa de valores de Wall Street ha caído.
Y yo estoy aquí, en el altar, a punto de casarme por conveniencia, gracias a un acuerdo del cual me enteré hace dos meses, hecho por mi maldito hermano junto a Asa Sweet.
Él le debía dinero, mucho.
Además de un enorme favor, por supuesto.
Y pues, hizo lo más conveniente que se le ocurrió: acordar con Asa ofrecerme como esposa para el tipo más frío, más aburrido e inexpresivo que se le pudo ocurrir, sin consultar o decirme lo que había arreglado, siquiera.
Ahora el problema es que ninguno de nosotros quería esto.
Yo no quería esto.
Solo lo hago porque no quiero ni que mi hermano ni yo muéramos, además.
Todo sea por la vida.
Todo sea por la supervivencia.
Todo sea por...
-Serafine Savoy, ¿Acepta a Mordecai Heller como su legítimo esposo para amarlo y respetarlo, en las buenas y en las malas, en la riqueza y la pobreza, en la salud y en la enfermedad... Hasta que la muerte los separe?- Dijo el sacerdote, esperando mi respuesta.
Ojalá hubiera me hubiera negado, así me disparaban, y esto hubiera terminado.
Pero no lo hice, me aferré a vivir.
-Acepto- respondí, teniendo a Asa detrás y cerca de mí, apuntándome en la espalda con su arma, obligándome a sonreír.
En fin... Todo sea por la familia.
Que sacrificio tuve que hacer por "la familia".《