Tengo ganas
De no hacer nada, de comerte y de escupirte. Lo segundo no literal, no, no. Me intoxicas, te enamoras, te elevo, subimos hasta caer en picado.
¿Me quieres? Afirmo: Te quiero. No me crees pero en el fondo lo sabes, y te aprovechas de la situación lo justo para hacer que pese a todo vuelva.
¿Por qué no puedo dejarme querer? Ya no interesa otra cosa, es cuestión de aparentar. Y yo parezco la nada pero estoy preparada.
Saltaría encima de ti y como me movería si me dejases, cuantos repasos iba a darte. Si te das la vuelta te miro el culo. Y cuánto más perros gritaría: ¡Dame, dame!
Pero me canso de todo eso, pretendes que me quede por algo que podría hacer cualquiera. Valoras más las palabras y todavía no has entendido que donde dije digo, digo Diego. ¿Qué, cómo te quedas? Igual me dejas a mí siempre.
Porque si uno de los dos fuera de otra forma las cosas serían muy distintas.
Por otra parte, no quiero nada. Breve resumen: No hay me aguante. Yo por exceso
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...