"Eres mi único amor... No puedo dejarte ir así como así. Por más de que tengas un matrimonio con otro hombre, mi corazón solo pertenecerá a ti..." Las palabras del rubio eras suaves al igual que sus toques. La gente nunca se podría imaginar que esa habitación guardaba aquellos ruidos obsenos y el grabé pecado que ambos cometían al disfrutar la compañía del otro