Segundo Otoño.

Caminando por una playa desconocida, una voz la guiaba como de costumbre, velando por ella mientras que a su vez ella debía velar por quién dejó atrás.

Mucho tiempo había pasado, muchas cosas había aprendido y ya no le quedaba nada mas que hacer, salvo ir al otro lado.

Con una última mirada al mar, encontraría allí su mirada en el cielo...