"Mi amado Craig:
Tal vez todo esto si fue mi culpa, tal vez no debí ser tan ingenuo y no debí abrir la jaula que guardaba a mi frágil corazón para ti. Fuí yo quien se abrió para ti y te dejó entrar, sin percatarme que tenías miles de espinas que tontamente pensé que sería capaz de quitar, pero me equivoqué y solo me hice daño. Te esperé, aún cuando huías de mi lado, fue todo por mí y mi caprichoso corazón. Esta ilusión fue hermosa almenos para mí, luché por tí, pero no por mí y ese fue mi error, fui muy débil y necio.
Este amor fue mi veneno y mi verdugo. Mi tonto anhelo de aún querer unir nuestras almas, mi necedad y capricho de aún amarte será mi legado. Si hubiese podido, hubiese reescrito esta historia, Pero ya es tarde o al menos para mi.
Con esto, demuestro mi estupidez, pues aún te amo, de no hacerlo, jamás te estaría diciendo esto.
Te deseo lo mejor.
Atentamente: Tweek Tweak. "
Estas fueron las palabras que Tweek dejó en su última carta, la cual estaba ahora en manos de Craig, el cual al terminar de leerla, estalló en llanto, pues sabía que todo era su culpa, por ser necio, terco, tonto, mentiroso y cobarde.
Ankoku Mayoi una chica decaída por un mal día le jugó en contra en un momento importante pero una charla con un chico peliverde le cambiara los sentimientos en ese momento