Las cosas simplemente no parecen mostrar signos de que se vayan a calmar, o apaciguarse. Hoy por hoy, los hechos son los hechos y simple y sencillamente no se puede negar lo que es verdad.
El amor es un sentimiento tan poderoso. Pero también muy peligroso a veces. Todo depende de cómo decida manifestar uno sus sentimientos.
Balto se encuentra ahora, lidiando con la que vendría a ser, probablemente una de las decisiones más complicadas de toda su vida, porque al final de cuentas, esta era una situación en la que nunca se habría imaginado que llegaría a estar. Y la situación solamente empeoraba, cuando él por su parte, más allá de solamente hacerse conocedor de los sentimientos que habían hacia él, también se llegaría a dar cuenta de otras cosas más. Cosas que solamente lo hacían sentir más preocupado, Uua vez que se le pasaron por la cabeza.
Le tomó solo un poco de tiempo comprenderlo, pero ahora por fin estaba más que consciente de ello, se había dado cuenta de que él también amaba a todas y cada una de ellas por igual y también se daba cuenta de que no quería perder a ninguna. Se daba cuenta, se hacía consciente, de que tampoco tenía el corazón o la frialdad suficientes, como para romper el corazón, delicado y frágil que todas por igual tenían.
Mientras ellas hacían todo lo posible para estar con él, Balto por su parte, también se daba cuenta de sus propios sentimientos, los cuales aunque quisiera, no podría negar y rápidamente, se harían cada vez más evidentes a los ojos de ellas. Algo que no ayudaría en absoluto, porque solo les haría crecer las esperanzas a ellas y que incrementarán aún más, los intentos de poder llegar a estar con él.